Su carita rosada pegada a la reja, traje de domingo y gorrito a juego y de la mano el programa. Mañana soleada de Domingo de Ramos, la tradición manda , y como todas las familias visita obligada a los templos que realizan su estación penitencial. Junto a ella sus padres. Él traje de chaqueta y corbata gris claro ( luce el sol y es primavera) y en el ojal una ramita de olivo. Ella vestido y chaqueta, impecable, tacón alto y medias finísimas y como no el bolso a juego con los complementos.
Primera parada El Salvador y la Borriquita , Jesús entrando en Jerusalén, niños a su alrededor preparados para su primera salida, con chupete, con carrito, de la mano y con su vara, la ilusión comienza con esta hermandad y a las tres a la calle, recorrido por el centro. En otro rincón del templo El cristo del Amor, impresionante, majestuoso, esperando ese mismo día su salida a la caída de la tarde, y acompañándolo Nuestra Señora del Socorro y Santiago Apostol.
Siguiendo el recorrido a San Juan de la Palma , paseo por la Encarnación hasta enfilar la calle Feria, donde la tradición se hace castiza y allí Ella Amargura, te mira y te sonríe, al son de la plegaria hecha marcha.
Rápido vamos para San Julián que allí nos espera la Hiniesta. Entonces comienza mamá a recordar anécdotas de la niñez…allí estaba mi colegio y mientras las monjas comían yo les estaba leyendo las escrituras, …esa casa de ahí la panadería de Amparito, y ahí detrás de la casa la fábrica de corcho,… ves esa ventana por ahí jugamos al escondite tus tías y yo…En esta otra esquina estaban la barricadas en la guerra civil y por esta parte quemaron la iglesia….
La hora de comer se acerca , regreso a casa a descansar un ratito, cambio de zapatos y lo primero a tomar el café con las torrijas, eso no puede faltar, las de casa las mejores, pero si las tomas en la calle vete a la Campana o a Ochoa .
Corre Manolo que la Estrella ya está en el puente y ya se va de Triana, después por Arfe pillamos al Despojado y por la Cuesta el Rosario La Cena , y ya para el parque , al fresquito y junto a la plaza de España ver pasar la Paz …
Y así día tras día en la Semana Grande
Hoy es la hija, ya madre, la que está junto a la reja, han pasado 40 años desde aquellas escenas que quedaron grabadas en la retina de la niña. Hoy es ella la que le cuenta las historias a unos niños ya adolescentes. La tradición se mantiene, el mismo olor a incienso, el mismo olor a azahar, el mismo bullicio en la calle…, pero algo ha cambiado, es imposible hacerles vibrar con aquello que no han compartido desde pequeños, un cambio de ciudad, unos abuelos que ya no están, un desarraigo que ya es imposible de recuperar…pero allí está haciendo lo mismo que con ella hicieron, mirad este es el Salvador de aquí sale la Borriquita , ahora vamos a ver la Amargura y después nos vamos a la Magdalena ….
Y aunque pasen los años, y ya el programa no haga falta, y el móvil nos indique la situación de las hermandades…la ciudad volverá a engalanarse una vez más para su Semana más Grande y volverá emocionarse y a llorar y a vibrar con cada levantá, con cada chicotá y parecerá que tocas el Cielo para volver de nuevo a poner los pies en la Tierra.
