lunes, 28 de febrero de 2011

SONATINA



SONATINA
Rubén Darío
 
La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro;
y en un vaso olvidada se desmaya una flor.
 
El jardín puebla el triunfo de los pavos-reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales,
y, vestido de rojo, piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
 
¿Piensa acaso en el príncipe de Golconda o de China,
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz?
¿O en el rey de las Islas de las Rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?
 
¡Ay! La pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar,
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo,
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.
 
Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,
ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Y están tristes las flores por la flor de la corte;
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte,
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.
 
¡Pobrecita princesa de los ojos azules!
Está presa en sus oros, está presa en sus tules,
en la jaula de mármol del palacio real,
el palacio soberbio que vigilan los guardas,
que custodian cien negros con sus cien alabardas,
un lebrel que no duerme y un dragón colosal.
 
¡Oh quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
(La princesa está triste. La princesa está pálida)
¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil!
¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe
(La princesa está pálida. La princesa está triste)
más brillante que el alba, más hermoso que abril!
 
-¡Calla, calla, princesa -dice el hada madrina-,
en caballo con alas, hacia acá se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
a encenderte los labios con su beso de amor!




Siempre me gustó este poema de Rubén Darío. Cualquiera de nosotras hemos sido unas “ Princesas tristes” en nuestro propio castillo olvidadas. Mi generación era de las que esperábamos a nuestro Príncipe Azul, en eso nos habían educado madres y abuelas, . El hombre era el que buscaba a la princesa, el que elegía y el que se declaraba.( Aunque en la mayoría de las ocasiones eramos nosotras las que tejíamos la red en la que  ellos caerían, como dice mi Príncipe " nosotros hacemos lo que vosotras queréis, piensen los demás lo que piensen")


Aún así somos una generación que prácticamente todas hicimos una carrera y casi todas trabajamos fuera .  Las que hemos tenido la oportunidad accedimos prácticamente sin dificultad al mercado del trabajo, pocas han sido las que se han que dado en casa a cuidar de todo,  a “ sus labores” como cuando éramos pequeñas y hablábamos de la profesión de nuestras madres.

¡Cómo han cambiado las cosas!  Y si miras para atrás en muy poco tiempo .Las chicas de hoy eligen, prueban , viven. Son más ellas las que llevan la voz cantante y ellos los que se dejan llevar. Tienen más experiencia en muchos campos que lo teníamos , por lo menos, algunas de nosotras. No me arrepiento de nada, pero si es verdad que me perdí ciertas cosas por miedo. Miedo sobretodo a lo que mi madre pudiera opinar 
“ lo políticamente correcto”.

Hoy las princesas no están tristes, ni pálidas, ni suspiran, ni están encerradas en sus palacios de oro. Hoy las princesas miran a los ojos, aspiran el aroma de la vida y se beben a sorbos el licor del amor encendiendo sus labios con besos de pasión.




Aunque..








domingo, 20 de febrero de 2011

MÁSCARAS






Suena el despertador. Te levantas y rápidamente vas a la ducha. Ya tienes preparada la cafetera, uno, dos, tres botones, empieza a funcionar la maquinaria.
Un día más preparándonos para la rutina, un día más cambiándonos las máscaras que nos ocultan.
  
Llega la hora . Salimos a la calle, uno, dos , tres...todos nos cruzamos, todos nos conocemos, todos nos saludamos, Hola, Buenos días,¿ que tal?, una sonrisa.

 Comienza el trabajo.
Nos colocamos la máscara y realizamos todo aquello que los demás nos piden: Sé amable, escucha, contesta con corrección, no pierdas los nervios, no grites, escucha , atiende, trabaja….escucha…



A veces te cruzas con compañeros con los que nada tienes que ver, que no te une nada a ellos, sonrisas forzadas, preguntas absurdas, otra máscara colocada.
Volvemos a casa y seguimos.

Cambiamos de máscara, aquí somos más nosotros mismos, pero a la vez estamos actuando. Un beso ¿Que tal? ¿Y el trabajo? ¿Te sientes cansado?¿Has tenido algún problema?. Y vuelve la rutina. Comes, recoges , descansas. Vuelta al trabajo.

Otra máscara puesta. Actividades , el coche, el fútbol, el inglés, vas cambiando de máscara según te encuentres en un espacio u otro.

Acaba el día y te relajas. Haces un repaso de la jornada. Al final ¿Qué te queda? Nada.
Y te pones a pensar. ¿Cuándo soy yo mismo’ ¿Cuándo he actuado por mi y no por los demás?¿Cuántas máscaras me he colocado?
Actuamos continuamente y nos cambiamos de mascara dependiendo en la situación que estemos o con quien estemos.

¿Cuál es mi máscara verdadera?

Solo Tu yo interno lo sabrá.

Te duermes. Suena el despertador. Te levantas y rápidamente vas a la ducha. Ya tienes preparada la cafetera, uno, dos, tres botones, empieza a funcionar la maquinaria.
Un día más preparándonos para la rutina, un día más cambiándonos las máscaras que nos oculta.




sábado, 12 de febrero de 2011

MIRÁNDOME AL ESPEJO

Hoy me quiero definir a mí misma, pero lo voy a hacer a través de la pintura impresionista, o al menos como me veo yo, que no se si coincidirá con la imagen que los demás puedan tener de mi, cosa que a estas alturas , me da exactamente igual.
Me gusta el impresionismo, creo que es una de las épocas que se acercan más a mi forma de ser y sentir y a mi particular  forma de ver la vida.  La siento llena de pinceladas cortas y de colorido suave. No me gusta destacar prefiero ver las cosas de lejos ( pinturas que hay que ver a una distancia sino no descubres su belleza en plenitud) que en primera linea de batalla ( aunque dentro de la tendencia haya un poco de todo), flores, jardines, aguas cristalina y paseos en barca, y el ballet siempre el ballet sensual,equilibrado,sentimientos que surgen através de la música y se expresan con elegancia en sus movimientos. El compás y el pellizco (el flamenco).


Fundamentalmente me considero una persona romántica y soñadora. De pequeña recuerdo que me escondía y me encerraba en el cuarto de baño a leer para que no me riñeran y siempre estaba inventando historias que le contaba a mis muñecas, ¡Ya está Manolita la fantástica haciendo de las suyas! ¿Pero como puedes leer dos o tres libros a la vez? me preguntaba mi madre.No había ordenador, dos cadenas de televisión, mucha calle y mucha lectura.
Tuve épocas  en que  leía a Pearl S. Buck y sus historias chinas, a todas horas ( Viento del Este,viento del Oeste, La buena Tierra...) o la época adolescente de Martin Vigil (Sexta galería, Un sexo llamado débil, Una chabola en Bilbao...) o cuando me dio por la literatura hispanoamericana, o por la poesía romántica.Cuando me daba por un autor concreto: Libros, libros,libros.
Hoy le riño a mis hijos cuando pierden en el tiempo y me dicen que no se concentran que se les va la olla ¡Pero cabecita loca, si a ti te pasaba lo mismo!¡te ponias delante de los libros a soñar, hasta que no te quedaba más remedio que estudiar! Pero claro ahora soy yo la madre y la que tengo que vigilar.

Clases de ballet, clases de flamenco, sevillanas,  inglés. Esas eran mis tardes.En ese sentido mi madre fue muy avanzada quería una formación integral para su hija, y ahora pienso que no aproveché todo lo que me ofrecían, aunque me considero una persona muy afortunada y feliz con todo lo que tengo.

Me gusta el folklore, un traje de gitana me parece de lo más favorecedor para una mujer, un mantón de manila, un andar con tacones moviendo la cadera acompañado de un buen rasgueo de guitarra, o una bonita tarde de toros, cuando un torero de arte hace el paseillo por la Maestranza con estilo y parsimonia acompañado de un pasodoble encantador. .


Mi yo flolklórico no lo puedo remediar. Ante un buen baile a compás reconozco que la piel se me eriza, los piés llevan el ritmo y las lágrimas empañan mi mirada.



Y como me veo yo de adulta. Sensual, coqueta, me gusta arreglarme para mí y para a los demás. Quizás no cuido tanto la imagen como la hacía mi madre, pero si he heredado de ella el gusto por la ropa, los tacones y el cuidado personal. Me gusta " coquetear", y que me digan piropos, ¡A quien no!



Mi trabajo me apasiona y después de años de experiencia me sigo viendo a mi misma en continuo aprendizaje. Me gusta observar a los demás ver lo que hacen y como lo hacen y aprender todo lo que pueda de ellos, ando siempre a la búsqueda de la mejor actividad , del cuento más motivador o la historia más emocionante que a mis alumnos pueda enganchar. Me da pena cuando veo a gente más joven que yo sin ilusión por lo que hacen, cumpliendo un horario, sin vocación ni motivación.
 ¡Es tan bonito poner pasión y emoción en todo lo que hacemos!.


La parte más tierna de mí :Mi familia : Mi marido y Mis hijos.
Recuerdo que  al principio de nuestra historia de amor hubo mucha gente que no apostó por nosotros ( mi madre la primera). Yo una niña, él un hombre ya un poco maduro, una diferencia de edad ( nos llevamos 14 años) que para muchos era un problema. No para mí claro. ¿Iba a renunciar al tipo de pareja que siempre había soñado por un puñado de años de diferencia ? Pués no. Y luche por ello y me enfrenté al que dirán y a lo que mis padres esperaban de mí ( o lo que ellos querían para sí mismos).
Y aquí estamos los dos bailando la misma melodía después de 21 años de amor, comprensión, cariño inmenso, mucha complicidad y mucho respeto, no igual que el primer día, sino mejor que el primer día.
Todavía podemos decir que cuando nos cogemos de la mano y damos un paseo nuestras manos se entrelazan y sienten la misma fuerza e ilusión que cunado lo hicimos por primera vez.
Luego vinieron los niños 1, 2, 3 y si no hubiera venido la niña seguro que la lista hubiera sido mayor.
Para mi la época más feliz, embarazada y con mis pequeños siempre a mi alrededor. No quiero que crezcan quiero tenerlos a mi lado, observarlos, mirarlos, cuidarlos y mimarlos. Pero creo que no puede ser y tendrán que hacer su vida y caerse y levantarse y estar tristes y ser felices...y espero que los dos podamos estar ahí en lo bueno y en lo mano para curarlos cada vez que la vida les haga una herida.

Le doy gracias a la vida por todo lo que me ha dado, por la vida misma , por mis padres, por mi marido y mis hijos, espero poder seguir enfrentándola y mirándola a la cara , siempre he sido muy positiva y de los problemas he visto la parte buena, pero no se lo que a cada uno el futuro nos depara .
¡ Si  es que el mañana existe !



La bulería ¡Qué difici y bonita a la vez! Es mi asignatura pendiente, coger el compás
 ¡1,2,.. 1,23,... 4,5,6.. 7,8,9,10!